Héctor Ponce de León  nació el 16 de diciembre 1967 y es hoy en día, uno de los mejores alpinistas mexicanos con alto reconocimiento a nivel internacional. Su tendencia por la montaña surgió de manera muy auténtica manifestándose  desde la infancia con su primer ascenso a los 11 años.

Actualmente trabaja como guía de montaña con su empresa Ponce de León Expediciones y como camarógrafo de montaña con diferentes empresas tanto nacionales como extranjeras. Sigue practicando alpinismo y escalada con increíbles retos que se plantea de manera personal y que se agregan a su vasto currículum de ascensos por las montañas más altas del mundo.

Yumping México- ¿Cuándo fue tu primer ascenso de montaña?
Héctor P.L.- Mi primer ascenso de montaña fue a los 11 años. Subimos el volcán Popocatépetl mi padre, mi hermano y yo. Me llevó mi padre después de haberle insistido mucho y a pesar de no tener ninguna experiencia en alpinismo, compró un poco de equipo, se informó sobre el volcán y nos llevó a la aventura. Ahora después de toda mi experiencia, pienso que fue una locura porque realmente mi padre no sabía nada de montañas y nos aventuramos con pocas cosas, ¡nos podríamos haber matado! Pero increíblemente todo salió bien y logramos subir un volcán de 5.400 metros de altura.

Y.M.- ¿Qué te provocó ese ascenso como para haberte destinado a la montaña?
H.P.L- Quedé completamente fascinado por el ascenso de montaña, con ambición de subir otras montañas. Me encantó.

Y.M.- ¿Cómo fue para tus padres y familiares que te apasionarás por un deporte de aventura de alto riesgo?
H.P.L.- Realmente no hubo polémica familiar, mis padres siempre me apoyaron. Yo creo que mi interés por la montaña fue tan genuino que ellos simplemente me empujaron a buscar lo que me atraía en esta actividad. Ellos solo se preocupaban por lo que me aportaba la montaña, procurando que yo lo hiciera por placer. Lo que sí fue muy importante para ellos y que me inculcaron desde el principio fue la importancia de la preparación ante un ascenso. Y la preparación a todos los niveles, tanto en informarse y estudiar la montaña antes de subirla, como equiparse correctamente y entrenar antes de subir claro.

Guia de montaña


En realidad, sí podría decir que la causa o la fuente principal de mi afición fue mi madre. Mi madre, lectora incansable me inculcó desde muy pequeño a la lectura y sobre todo me daba a leer libros de aventura. Todas esas historias me llenaron la cabeza de aventura. De hecho, cuando he entrado en duda ante un nuevo proyecto, ella es siempre la que me da el empujón final.

Finalmente mis dos padres han sido determinantes en mi pasión por la montaña gracias también a la intrepidez de mi padre llevándome al Popo a los 11 años sin ninguna previa experiencia y con mucho valor.

Y.M.- ¿Si tus padres te apoyaron, alguna vez creyeron que llegarías tan lejos?
H.P.L.- No creo que lo hayan pensado. Les interesaba la felicidad que me aportaba la montaña y no el éxito que pudiese yo llegar a tener.

Y.M.- ¿Has hecho ascensos de competición?
H.P.L.- No, yo nunca he participado en competencias tal cual. Yo no tengo realmente un nivel de competencia en escalada deportiva ni nada. A mí me encanta todo lo relacionado con la escalada y la montaña y por lo mismo nunca me especialicé en ningún tipo. En lo que concierne a la montaña, como sabrás no hay este tipo de competencias. Lo más que se le acerca serían las carreras o maratones de altitud que se realizan en la montaña pero realmente eso nunca fue lo que me ha atraído personalmente.

Pero lo que sí te puedo decir es en dónde a mí sí me gusta la competencia, se trata sobre todo de la competencia conmigo mismo con un tipo de retos que yo me he planteado. Por ejemplo, aquí en México tenemos la ventaja de tener tres grandes volcanes que superan los 5.000 metros (Popocatépetl, Iztaccíhuatl y el Pico de Orizaba) y cuando yo tenía 23 años me planteé subirlos y bajarlos los tres en 24 horas incluyendo los tiempos de traslado de uno a otro. Entonces a las dos de la mañana empecé desde el refugio de la base del Pico de Orizaba que se encuentra a 5.700 metros, hice cumbre en 2h 30, bajé, manejé hasta la Iztaccíhuatl, la subí, la bajé, manejé hasta el Popo, subí y bajé, y acabé como a las siete de la noche haciendo un total de 17 horas para subir los tres volcanes. Aproximadamente 5.000 metros de desnivel acumulado. Esto te lo describí porque este tipo de reto a mi me encanta! Yo me propongo retos personales y sobre todo retos de tiempos de ascenso.

Héctor Ponce de León


Otro ejemplo sería una montaña en Nepal llamada Ama Dablam que es de 6.800 metros de altura que es muy conocida porque es considerada una de las montañas más bonitas del mundo y representa un ascenso que suele hacerse en cuatro días con tres campamentos y demás. Yo lo hice desde el campamento base hasta la cumbre, que son 2.800 metros de desnivel en 9h 30.

Tengo así varios ascensos de retos personales de tener que escalar y ascender grandes desniveles en tiempos cortos. Este tipo de retos a mí me encantan! Porque exigen una cierta estrategia, preparación y entrenamiento. Y ya que estás metido en ello, es para mí muy interesante el desafío que se encuentra en la manera en que te vas administrando en velocidad,  en fuerza y ritmo. Esto es lo que más se acercaría respondiendo a tu pregunta de la competencia para mí. Son retos realmente contra nadie pero con uno mismo.

Y.M.- ¿Cómo y cuánto entrenas?
H.P.L.- Yo baso mucho de mi entrenamiento en la bicicleta tanto de carretera como de ciclismo de montaña. Esto se debe a que a diferencia de correr la bicicleta te permite realizar cierto esfuerzo durante un largo periodo de tiempo. Tú puedes realizar 200 km en bicicleta entrenando de 8 a 10 horas, y correr (que también lo practico, en el monte por senderos y demás) finalmente cuando mucho 3 horas ya es bastante.

Viviendo aquí en la Ciudad de México, a pesar de ser una ciudad monstruosa, tenemos muchos sitios cercanos con alturas de los 3.800 a los 4.500 metros o montañas de menor altura pero con recorridos de caminata larguísimos. Y entonces mucha de esta preparación consiste en ir y hacer 1 o 2 ascensos en el día o también combinar las cosas como subir desde el pueblo hasta el refugio en bicicleta, botarla por ahí y hacer cumbre en velocidad por ejemplo. Esto me hace días largos de 10 a 11 horas de entrenamiento lo cual me prepara muy bien para estos retos y por supuesto para las expediciones.

Y.M.- ¿A partir de qué momento obtuviste reconocimiento internacional y qué significa esto para ti?
H.P.L.- Pues, mira  yo como alpinista tengo dos facetas bien distintas:

- Una es como escalador, como alpinista que se plantea sus retos que intento, a veces logro y a veces no, y ahí por he tenido ciertos logros como alpinista mexicano, como latinoamericano que han sido de primer nivel.

Entre estos pueden ser algunos ascensos a montañas de 8.000 metros por rutas difíciles al estilo 100% alpino. Por ejemplo, he hecho cascadas de hielo en Canadá, cosa que ningún mexicano ha hecho. O la Pared Sur del Shisha Pangma que tuvo cierta resonancia en toda Latinoamérica vamos a decirlo así. En este sentido, pues es algo que yo nunca he buscado, el reconocimiento no ha sido uno de mis objetivos pero pues se me ha dado bastante satisfacción.

- La otra faceta que yo tengo es como guía que consiste en llevar a gente aficionada no profesional a la montaña de manera exitosa. A través de mi empresa Ponce de León Expediciones ofrezco viajes a distintas montañas en el mundo y también guío para empresas europeas y americanas. Y en este sentido como guía, pues sí he conseguido cosas que ningún otro mexicano ha obtenido y que sí me han dado un gran prestigio incluso más que como alpinista individual. Por darte un ejemplo, en el año 2000 fui contratado por una empresa de EUA llamada Mountain Madness para ser su guía del Everest. Esta gente pues tiene posibilidad de contratar a cualquiera en el mundo y me contrataron a mí…

Ascensos como guia


Entonces a nivel de reconocimiento este ha sido un momento bien importante para mí. Que empresas internacionales me busquen a mí para ser su guía de montaña cuando en sus propios países hay guías de primer nivel pues hoy en día con la internalización de todo pues esto ha sido posible y para mí ha sido una gran satisfacción. Como guía he obtenido cierto renombre y me buscan de diferentes lugares del mundo para realizar sus expediciones.

Y.M.- Sabiendo que has subido tanta cantidad de montañas, ¿puedes nombrar tres de ellas que sean especiales para ti y decirnos por qué lo son?
H.P.L.- Sí Seguro, pues mira yo diría que en primer lugar:

  • Everest que realmente como montañista no es tan difícil pero he estado 3 veces sobre la cumbre y tiene un significado especial para mí porque en el año '96 fui el primer mexicano en realizar un ascenso por la cara norte en una expedición pequeña sin sherpas con un bajo presupuesto y realmente hicimos cumbre de manera muy simple. En el 2000 me convertí en el primer mexicano en hacer guía a una expedición al Everest y finalmente en el 2002 hice camarógrafo de expedición filmando todo el ascenso hasta la cumbre para Discovery Channel.

Shisha Pangma


  • Aconcagua (Argentina), la montaña más alta del continente Americano y un destino muy atractivo. Yo tengo 25 ascensos a esta montaña y uno de los ascensos más difíciles por la Pared Sur que presenta una pared de hielo de 3.000 metros de mucha dificultad. Este ascenso lo realicé con mi camarada Andrés Delgado al estilo alpino y presentó para nosotros una gran aventura muy inesperada y sorprendente la verdad. Este es uno de los ascensos más técnicos y difíciles que he hecho.

Montaña Aconcagua


  • La Shisha Pangma, montaña de más de 8.000 metros en el Tibet. Es una montaña bastante frecuentada por la vertiente norte. En 1999 Andrés Delgado y yo nos propusimos algo que parecía una locura para la época. Se trataba de hacer esta montaña de 8.000 por la cara Sur metros al estilo alpino, sin oxígeno, sin sherpas, sin tener campamentos pre establecidos sobre la ruta. Es ir al pie de la pared y subir de un tirón, sin haber estado antes en las rutas, sin conocerla, nada. Sin poner cuerdas fijas y esto nos obliga a realizar una escalada rápida y a arriesgar más porsupuesto. Y tal vez lo que más vale la pena destacar es que una vez que has subido cierta cantidad de metros, ya no tienes manera de regresar, técnicamente ya no dispones del material para volver. Tienes que hacer cumbre y bajar por una ruta más sencilla. Andrés y yo conseguimos en dos días y medio escalar 2.500 metros de pared y así convertirnos en los primeros y únicos mexicanos, latinoamericanos que han hecho esto en estilo 100% alpino. Esto para mí sigue siendo un gran orgullo por supuesto y en realidad el descenso se nos complicó. En vez de tardarnos un día y medio como previsto, nos tardamos cuatro, porque la ruta no era tan sencilla como creíamos. Tres de estos días fueron sin comida sin apenas beber nada porque ya no teníamos gas para fundir nieve. Fue un verdadero descenso de supervivencia
    Shisha Pangma

Y.M.- ¿Que experimentas llegando a la cima de una montaña?
H.P.L.- Depende de la montaña pero también lo que ocurre es que a veces llegar a la cima no es lo más importante. En mi caso, esto nunca ha sido el objetivo real. A mi lo que me encanta es la escalada. Por ejemplo en el caso de la pared Sur del Aconcagua o de la Pared Sur del Shisha Pangma, la cima estaba a tan solo unos cuantos metros después de haber terminado de escalar la pared, y yo no fui a ella.

Empecé a descender porque mi objetivo era escalar la pared y no conquistar la cima. En mi caso tiene mayor importancia por donde subes la montaña o la ruta que elijes que la cima misma. Por supuesto que me encanta pararme en la cumbre pero a mi me encanta el proceso en el que sientes tu desempeño por ascender una cierta ruta de cierta manera.

Y.M.- ¿Cómo nace tu interés por filmar en la montaña?
H.P.L.- Mi interés por filmar la montaña nació accidentalmente. Cuando estaba en Katmandú, capital de Nepal volviendo de una expedición en donde hice de guía, el equipo de Discovery Channel estaba ahí investigando para hacer un documental sobre un ascenso al Everest y estaban en busca de un camarógrafo.

Un sherpa con el que había yo trabajado en unas ocasiones, los conoció y me recomendó con ellos. Así es como Discovery me contrató para ser camarógrafo de este proyecto.

Everest con Discovery Channel


Sabían que la filmación no era mi punto fuerte pero les interesaban mis capacidades como alpinista y me dieron una previa formación como camarógrafo en Canadá. Aquí nace mi inquietud de empezar con la cuestión de las filmaciones.

Y.M.- ¿Técnicamente es muy complicado?
H.P.L.- La logística cambia completamente cuando vas a filmar durante un ascenso.

Camarógrafo de montaña


Para empezar implica encontrar a la gente capacitada para ascender y filmar a la vez. Personas que no solamente tengan las capacidades como alpinistas pero los conocimientos audiovisuales para producción cinematográfica.

Evidentemente, se requiere cargar más peso por que hay que subir todo el material como generadores de gasolina o paneles solares para tener electricidad. Además el frío es el primer enemigo de las baterías haciendo que usen 1/5 de su duración normal.

Este tipo de ascenso implica organizarse de otra manera también. A veces hay que mandar a los camarógrafos por delante. Todo el ascenso está dictado a conseguir el material para hacer una obra visual. Incluso a veces se tiene que atrasar la partida para que haya suficiente luz para filmar, etc…

Realmente un ascenso filmando no tiene nada que ver con un ascenso normal.

Y.M.- Hablando sobre el proyecto Un paso, Una cumbre, ¿Qué fue lo que te inspiró interés por el tema del cáncer de mama?
H.P.L.- El antecedente directo de Un paso, una cumbre,  es un trabajo que yo hice para un canadiense que me inspiró muchísimo llamado Ben Webster. Este hombre se dedica a la producción de documentales en Canadá, y él me contrató para guiar a un grupo de canadienses en un ascenso a la montaña Kilimanjaro en África. En este grupo de personas se encuentran algunas mujeres sobrevivientes de cáncer de mama y con sus testimonios me doy cuenta de la fuerza con que se impulsan estas mujeres. Me di cuenta del valor que tienen estos testimonios y regreso a México con una idea ya muy clara de que quiero hacer esto en México.

Así es como entré en contacto con la Fundación Cim ab para proponer este proyecto el cual convence totalmente a la presidenta de la fundación y decide financiar todo el proyecto. Trabajamos en conjunto con la Productora Lumática que es gente muy capaz, muy creativa y con muchas ideas de cómo editar. Formamos un excelente equipo de filmación y alpinistas en conjunto con un grupo de mujeres muy valientes que nunca habían ascendido una montaña. Tras meses de entrenamiento, se realizó el proyecto ascendiendo exitosamente al Pico de Orizaba con este grupo de mujeres y realizando un documental que transmite un mensaje muy positivo y de esperanza sobre el caso del cáncer de mama.

A nivel alpinista como guía de montaña me aportó mucho haber tomado un grupo de quince personas con la mitad siendo sobrevivientes del cáncer de mama y junto con todo el equipo, haberlas preparado para que consiguieran esta gran cumbre. A nivel personal fue muy bonito ver funcionar un proyecto como este en el que pudimos haber dudado sobre su éxito en ciertos momentos de dificultad.

Y.M.- ¿Cuál es tu próximo proyecto en filmación y en alpinismo?
H.P.L.- En filmación mi próximo proyecto se llama Asciende Kilimanjaro. Trabajando con la Fundación Alma que se dedica a ayudar a mujeres que tuvieron cáncer de mama con cirugías de reconstrucción y apoyo sicológico, vamos a ascender el Kilimanjaro en el mes de junio 2012 con personas que compartan el mensaje de que sobrevivir no es suficiente. Se buscará capturar testimonios durante el ascenso de personas que crean que en la vida hay que hacer más de lo mínimo necesario para sobrevivir y hacer un documental que inspire a otros a arriesgarse a intentar más de lo que se espera de ellos.  

En alpinismo tengo un proyecto que he llamado 24 y que consiste en hacer tres ascensos distintos  en menos de 24 horas, El Everest desde la base hasta la cima, la Nariz del Capitán en Yosemite y la considerada cascada de hielo más larga del mundo el Slipstream en Canadá. Los ascensos a velocidad siempre me han apasionado porque exigen además de una buena preparación, una estrategia que te permita administrar tu energía física y mental para superar grandes desniveles en poco tiempo y lo más fascinante encontrar muy dentro de ti la fuerza para poder continuar después de varias horas de esfuerzo.

Y.M.- ¿Tienes alguna otra pasión deportiva?
H.P.L.- En cuanto a otra pasión deportiva me encanta el ciclismo, sobretodo el de ruta. De joven participe en algunas carreras incluso por etapas y lo disfruté mucho. Hoy en día cuando tengo oportunidad  salgo a la carretera a darle un rato y también cuando puedo miro en la televisión el Tour, el Giro, la Vuelta...

Y.M.- ¿Cuál es tu libro o película favorita?
H.P.L.- Mi libro favorito es difícil decir pero podría ser o Los Pasos Perdidos de Alejo Carpentier o Rojo y Negro de Stendhal. Mi película está entre Apollo 13 y La Misión.

Y.M.- ¿Cómo te visualizas en un futuro?
H.P.L.- Nada distinto de como soy hoy. Alguien que busca siempre una meta no por la meta en sí misma sino por lo que perseguirla implica en cuanto a crecimiento, satisfacción, plenitud, etc. Alguien que puede aportar algo a los demás en cuanto a ampliar horizontes y a creer en uno mismo.